martes, 10 de diciembre de 2013

Economía del lenguaje



NOTA: Puedes ahorrarte leer este artículo y dar click en el enlace que viene al final ya que ejemplifica todo lo que yo escribí, de una manera clara y concisa -que es precisamente de lo que va este artículo.

"Quien más habla, menos comunica"

Si no puedes decir de qué trata un artículo o cualquier documento en una -o máximo dos- frases breves, ten por seguro que algo anda muy mal con el escrito.

La gente suele ser muy selectiva con lo que lee, escucha y, en general, con cualquier cosa que implique de su atención y tiempo, por lo que la habilidad de economizar palabras cada vez es mucho más necesaria.

Aceptémoslo: ¡Debemos ser breves! 

A la gente le gusta la información simple, digerida y lista para su consumo. 

Ahora bien, economizar el lenguaje suele ser complicado porque se pretende comunicar lo mismo con menos palabras. 

Y no sólo es una cualidad externa, en realidad te ayuda a identificar y entender las ideas principales de la información, además de que te fuerza a ser menos indeciso - o al menos más claro-.

Es menos "Es que sí quiero ir, pero es el cumpleaños de mi abuela -y como se va a juntar toda la familia, es importante-. Lo bueno es que yo no le he confirmado así que quizá y sí me puedo librar de ir. No sabes cómo me gustaría poder ir a las dos cosas, igual te aviso a ver qué pasa." 

y más "Quiero ir, pero lo más probable es que no pueda porque es el cumpleaños de mi abuela." 

y sobre todo es un "Quiero ir, pero lo más probable es que no pueda" 

y aún mejor si es un "Lo más probable es que no pueda".

Y bueno, para no hacer del artículo un absurdo, hasta aquí lo dejo.

Échale un lente a esta proyecto que ejemplifica esto:



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